sábado, 19 de mayo de 2012

Bastante metafísica hay en no pensar en nada


 ¿Lo que pienso del mundo?
¿Sé yo lo que pienso del mundo?
Si me enfermase, pensaría.

¿Que idea tengo de las cosas?
¿Que opinión sobre las causas y los efectos?
¿He meditado sobre Dios y el alma
Y sobre la creación del mundo?
No sé. Para mí pensar en esto es cerrar los ojos
Y no pensar. Y correr las cortinas
De mi ventana ( que no tiene cortinas ).
 
¿El misterio de las cosas?¿Sé yo lo que es misterio?
El único misterio es que alguien piense en el misterio.
Aquel que está al sol y cierra los ojos
Comienza a no saber lo que es el sol
No puede ya pensar en nada
Porque la luz del sol vale mas que los pensamientos
De todos los filósofos y todos los poetas.
La luz del sol no sabe lo que hace
Y por eso no yerra y es común y buena.

¿Metafísica?¿Que metafísica tienen estos árboles?
La de ser verdes y copudos y hechar ramas
Y dar frutos a su hora -nada que nos haga pensar,
A nosotros, que no podemos dar por ellos.
¿Que metafísica mejor que la suya,
No saber para que viven
Ni saber que no lo saben?
 
"Constitución íntima de las cosas"...
"Sentido íntimo del universo"...
Todo esto es falso, todo esto no quiere decir nada.
Es increible que pueda pensarse así.
Es como pensar en razones y fines
Mientras reluce al comenzar la mañana
Y al flanco de los árboles la sombra
Va perdiendose en un oro vago y lustroso.

Pensar en el sentido último de las cosas
Es aumentarlo, como cavilar sobre la salud
O llevar un vaso de agua a la fuente.
El único sentido íntimo de las cosas
es que no tiene sentido íntimo alguno.

No creo en Dios por que nunca lo he visto.
Si quisiera él que yo creyese en él
Sin duda vendría a hablar conmigo,
Empujaría la puerta y entraría
Diciéndome ¡Aquí estoy!

(Tal vez esto suene ridículo
Para aquel que, por no saber lo que es mirar las cosas
No comprende al que habla de ellas
Con el modo de hablar que enseña el verlas de verdad.)

Si Dios es las flores y los arboles,
Los montes, el sol y el claro de luna,
Entonces creo en él,
Creo en él a todas horas,
Toda mi vida es oración y misa,
Una comunión con los ojos y los oidos.

Pero si Dios es los árboles y las flores,
Los montes, la luna, el sol,
¿Para que lo llamo Dios?
Lo llamo flores, árboles, monte, luna, sol.

Si él se ha hecho, para que yo lo vea,
Sol y luna y árboles y montes,
Si él se me presenta como árbol y monte
Y claro de luna y sol y flor,
Es por que quiere que yo lo conozca
Como árbol, monte, luna, sol, flor.

Y yo lo obedezco
(¿Sé mas de Dios que Dios de sí mismo?)
Lo obedezco viviendo espontaneamente,
Como uno que abre los ojos y ve,
Y lo llamo luna y sol y flores y árboles y montes
Y lo llamo sin pensar en él
Y lo pienso con los ojos y los oidos
Y ando con él a todas horas.

de «EL GUARDADOR DE REBAÑOS»

Fernando Pessoa

No hay comentarios:

Publicar un comentario