sábado, 31 de marzo de 2012

¿Cuál es el punto en que las personas buscan hacer el bien?
¿Una persona nace con bondad o se hace?¿Cuál es la línea que separa el bien del mal?
O sera acaso que uno busca estar mal mirando en otra persona aquello que la hace sentir mal...
¿ Ser bueno es, ayudar a otro, es sonreírle,. o darle la mano, es acompañar o es darle recursos para que la otra persona este mejor?
Las personas son ambiguas, por dentro sabemos que aquello que nos inquieta es eso mismo que de alguna manera a afectado o herido a alguien.
Pero a veces es tan grande o tan pequeña la línea que separa lo bueno de lo malo que la sed de importancia personal esta por encima de todo y de todos, y no importa qué y no importa cómo pero pasamos por encima de los demás.
Y cada vez esa voz interior que todos tenemos, anunciante cotidiana, esta ahí avisandonos aquello que ya sabemos.

Mercedez Brito

Todas las personas pasan por una tormenta en su vida.
Hay tormentas más fuertes que otras, más largas que otras.
Algunas tienen estruendos más fuertes, que nos dejan sordos y hasta inmóviles de miedo o de impresión, hay otras que son más suaves, que hasta pueden llegar a gustarnos, por qué no?
Y los relámpagos... A veces parece que nos dejan ciegos, sin poder ver más allá;
 lo cierto es que siempre que hay una tormenta uno esta más atento, más despierto, esperando que por fin se termine;
 y cuando son largas solo queda esperar, hacer fuerza de alguna manera para que la tormenta pase, donde seguramente un rayo marcará el momento más crucial, pero seguiremos allí, esperando que se termine.
¿Y por qué simplemente no disfrutamos de la tormenta? ¿Por qué no lo vemos como algo normal que tiene que pasar, lo natural?
Una tormenta tranquilamente puede ser un momento que recordemos en mucho tiempo, como algo mágico, un momento en el que todo puede cambiar, un momento en el cual se puede reflexionar, meditar, dejarse llevar, ser libre...
Sentir como estamos vivos,
que esa misma tormenta puede darnos una razón para ser mejores, para quitarnos la inmovilidad que esta nos deja.
Entonces mejor disfruto de mi tormenta, la asimilo, la vuelvo algo mágico, algo que me gusta, y que me hace admirar la belleza de todo el universo.



By Mercedez Brito

miércoles, 7 de marzo de 2012

Desiderata



Desiderata (del latín desiderata "cosas deseadas", plural de desideratum) es un poema muy conocido sobre la búsqueda de la felicidad en la vida. Sus derechos de autor son del año 1927 y pertenecen a Max Ehrmann. Desiderata fue publicado en 1948 (después de la muerte de su autor) en una colección de poemas titulada Desiderata of Happiness, recopilados por la esposa de Ehrmann.

Honrar la Vida - Marilina Ross